¡Los cubanos tienen una fuerte orientación familiar! Se tienen mucho cariño y siempre tratan de ser lo más serviciales posible, no solo para la familia cercana, sino para la familia extendida. La comunidad (vecindad, iglesia, escuela, cooperativa de producción) también funciona un poco como familia extendida, ayudando a reforzar los valores sociales y la seguridad emocional. Por eso es que en Cuba la gente dice que no suelen sentirse solos. Al mudarse al extranjero, es un poco difícil acostumbrarse a una nueva sensación de familia, y la necesidad de mantenerse cerca de los seres queridos en casa es fuerte.
La familia es lo que los expatriados cubanos extrañan más de casa
Dice el dicho que “tu casa es donde está tu alma”. Y la mayoría de las veces, tu alma está donde está tu familia. Extrañar a la familia probablemente sea el desafío más grande de la vida de un expatriado, pero ¿sabes qué? Están contentos porque saben que tu vida ahora es mejor, y poder ayudarlos también te hace sentir que irte al extranjero fue la mejor decisión para todos ustedes.
El vaso siempre está medio lleno
La familia también es el lugar donde los cubanos aprenden a ver el lado bueno de la vida, a divertirse, sin importar lo difícil que pueda ser a veces superar los desafíos diarios. La familia es ese refugio de paz al que llegan, a recargar las baterías para lo impredecible. Queríamos decir “refugio de tranquilidad”, pero sabemos que los cubanos no se caracterizan por ser tranquilos, sino que por el contrario su vivaracha felicidad es contagiosa y se riega fácilmente a su alrededor.
Saben lo importante que es apoyarse entre sí
Y no hablamos solo de apoyo financiero, aunque la gran cantidad de recargas internacionales y recargas de Nauta son un indicador significativo en este sentido, sino apoyo emocional. Hablan por horas y horas sobre los temas que enfrentan, sobre los problemas, tratando de encontrar la mejor solución. Porque no hay nadie más que tenga en mente sus intereses mejor que su familia.