Además de la generosidad, una lección que podrías enseñar en cualquier momento, de día o de noche, tu experiencia como expatriado te transformó en esta poderosa voz y a tener una fuerte personalidad. No es como si tuvieras elección, ¿verdad? Rendirse nunca ha sido opción para un verdadero cubano. Pero, ¿cuáles son los ingredientes de la receta que te trajo aquí? Estos son algunos de los secretos…

Mantener a familiares y amigos cerca, sin importar la distancia

Estar a kilómetros de distancia sin duda pone a prueba las relaciones familiares y las amistades. El horario puede ser tan agitado que te resulta difícil mantenerte en contacto con regularidad. Pero de alguna manera lo haces funcionar. Incluso cuando el día es duro y el camino está lleno de baches, esos fuertes lazos familiares te dan fuerza y simplemente te acercas a tu mamá o papá en Cuba y su voz te lleva a casa y te da esperanza.

Apreciando las pequeñas cosas de la vida, los momentos más minúsculos…

Imagínate mirando por la ventana del auto: todo se mueve lentamente en la distancia, mientras que frente a ti, la vida transcurre a toda velocidad. Lo mismo ocurre con tu vida a veces: por un lado, recibes noticias de tu casa: cumpleaños que te perdiste, personas que se fueron sin tener la oportunidad de despedirse, bodas y cumpleaños a los que no podrás asistir. Por otro lado, la vida en su nuevo hogar está en pleno apogeo. Pero así aprendiste a apreciar los pequeños momentos, ya sea una videollamada con tu familia y viejos amigos, o una taza de café con los nuevos.

Perseverancia: encuentra una manera o inventa una

Las cosas no han sido fáciles. No en Cuba, no cuando decidiste mudarte a otro país o cuando llegaste aquí y comenzaste a construir una nueva vida, con nuevas oportunidades laborales y nuevos amigos. Te has sentido decepcionado, a veces te resultaba difícil volver a confiar en las personas o incluso en ti. ¡Pero siempre encontraste la manera! Perseveraste y finalmente estás en el camino de lo que soñabas incluso antes de salir de Cuba.

Y estas son solo algunas de las lecciones que los cubanos saben desde su corazón y que les ayudaron a triunfar. ¿Y tú? ¿Cuál ha sido la lección más importante que has aprendido?