Aconsejaríamos a nuestro “yo” de hace un año que somos más fuertes de lo que pensamos y que podemos superar casi todo. Nos diríamos a nosotros mismos que nos quedáramos quietos a veces, que practicáramos la paciencia y que aprendiéramos a disfrutar más de las pequeñas cosas. Imagínense que a nuestro “yo” de hace dos años le contaran la locura que penetraría en todos los aspectos de nuestras vidas… Probablemente dirían que eso es más de lo que nadie puede soportar. Y aun así, de alguna manera logramos salir adelante, sacar fuerzas que no sabíamos que teníamos y encontrar mecanismos de afrontamiento.
Como en enero todo gira en torno a las estadísticas del año que acaba de pasar, y a las listas y planes para el año que se avecina, he aquí otra lista de cosas que nos gustaría haber sabido hace un año. No te preocupes, ahora ya sabemos todas esas cosas y planeamos aprovechar al máximo las lecciones que 2021 nos enseñó, ¿verdad?
No te tomes demasiado en serio
Sí, eres un adulto, y los adultos deben ser responsables y tomarse en serio a sí mismos, ¿verdad? ¡Lo entendemos! Pero al fin y al cabo, todos estamos muy influenciados por cosas que no podemos controlar y, aun así, nos las ingeniamos para encontrar soluciones creativas. ¡Así que relájate!
Descansar antes de sentirte cansado
Incluso aunque adores tu trabajo y harías cualquier cosa por tu familia, necesitas tomarte un tiempo para descansar. Piensa en todo tipo de descanso: físico, mental, social, espiritual… ¡Tu familia te necesita en buena forma, relajado y con una sonrisa en el rostro! Lo mismo ocurre con el trabajo: ¡la creatividad y una mente bien descansada se llevan muy bien!
Disfrutar de las cosas pequeñas
Suena como un cliché porque lo es. Pero es cierto. Es hora de dejar de esperar que sucedan grandes cosas y disfrutar más de las pequeñas cosas: una tarde tranquila en familia, ver una película o invitar a amigos en casa o llamar a tus seres queridos en Cuba, solo para ponerte al día, no para resolver nada.
Preocuparse menos
En general. Sobre cuestiones de dinero, sobre la planificación de las vacaciones, las comidas diarias, entre otros. Has estado haciendo malabares con estas tareas durante años, ¿por qué no dejas de verlas como dificultades? Siempre te lo has imaginado, así que preocuparse menos parece la solución perfecta.
Tomar medidas
No esperes a que las cosas simplemente sucedan, haz algo. Da esos primeros pasos sin pensar en lo mucho que queda por hacer. Las montañas se escalan un paso a la vez, ¿verdad? Sucede lo mismo con todas las dificultades que tienes por delante. Solo tienes que actuar, y los resultados podrían sorprenderte.
Un nuevo año te espera para que aproveches al máximo cada día. ¡Solo cree en ti mismo y haz que las cosas sucedan!