¿Cómo son los hombres cubanos en realidad?
Hace unos pocos meses, hablamos en nuestro blog sobre cuán especiales son las mujeres cubanas. Podríamos haber escrito una novela sobre esto, pero nos apegamos a algunas de las cualidades más importantes. ;) Pero ¿qué pasa con los hombres cubanos? Y ya que no es justo dejarlos de lado, he aquí algunas cosas que se pueden decir acerca de los hombres cubanos. Tenemos que ser honestos y admitir que fue muy difícil seleccionar tan pocas cualidades, pero decidimos elegir cuatro.
Son todos acerca de la familia
¡No hay nada más importante para los hombres cubanos que la familia! Harían cualquier cosa para hacer felices a sus niños, padres, tíos… Ningún sacrificio es demasiado grande si trae una sonrisa al rostro de alguien que aman. Teniendo en cuenta el número de recargas Cubacel o Nauta o el número de veces que llaman a su casa, tenemos que estar de acuerdo.
Son un poco ruidosos…
¿Un poco? Por lo general son ruidosos, pero eso es simplemente porque ponen tanta pasión en todo lo que hacen. Su trabajo, sus conversaciones, los juegos de béisbol… estos son una gran fuente de posibles debates acalorados. Pero vamos a ver el lado positivo: los debates hacen que su cerebro encuentre nuevas perspectivas, descubra partes de información de las que nunca estuvo al tanto… Para hacer la historia corta, ¡esto le hace más inteligente!
Son estupendos bailarines
La música y la danza son parte del alma cubana y algo que los diferencia. Cuando se crece en el ritmo cubano, los obstáculos parecen más fáciles de superar y la felicidad más fácil de alcanzar. Esa es una de las mejores partes de los hombres cubanos: su optimismo ilumina la habitación a la que entran, las conversaciones a las que se unen, las personas con las que hablan.
Llegan tarde casi todo el tiempo
Hay un dicho famoso entre las familias cubanas que él o ella “está en hora de Cuba”. Algunos dicen que esto es un estereotipo, otros dicen que no lo es. Aún así, los rumores dicen que hay que mentir y adelantar la hora cuando se agenda una reunión o una fiesta con un cubano. Por ejemplo, cuando una fiesta comienza a las 2 de la tarde, es mejor que escriba, a mediodía en la invitación.