A veces vemos el mundo a través de gafas de colores nublados. Todos hemos estado ahí, sabemos cómo se siente. Es por eso que reunimos una lista de consejos que nos muestran cómo orientar nuestra mente hacia el lado soleado.
Cultivar la esperanza
Aprender a pensar positivamente es una habilidad que puede desarrollar. No nacemos sintiendo optimismo, todo lo contrario, la raza humana tiene su costumbre de temer lo peor. Sin embargo, pensar positivamente puede ser como fortalecer un músculo: cuanto más lo usas, más fuerte se vuelve. Y tienes todos los motivos para tener esperanza. Has pasado por muchas cosas y, de alguna manera, cada vez que buscabas una salida, encontrabas una solución cuando nada parecía funcionar. Encontrarás una la próxima vez que te enfrentes a un desafío, ¡no hay razón para preocuparte!
Practicar la gratitud
Los beneficios de practicar la gratitud son casi infinitos: experimentar más emociones positivas, sentirse más vivo, dormir mejor, ser más amable, incluso tener un sistema inmunitario más fuerte. Investigación del psicólogo de UC Davis, Robert Emmons, autor de “Thanks!: How the New Science of Gratitude Can Make You Happier” (¡Gracias!: cómo la nueva ciencia de la gratitud puede hacerte más feliz), muestra que el simple hecho de llevar un diario de gratitud (escribir con regularidad breves reflexiones sobre los momentos por los que estamos agradecidos) puede aumentar significativamente el bienestar y la satisfacción con la vida.
Salir a caminar
Algo simple como salir a caminar con un amigo puede ayudarte a superar un momento difícil. Es una gran oportunidad para conectarte con la naturaleza y hablar sobre cómo te sientes, ya sea por teléfono o en persona. Es posible que te sientas más cómodo hablando de las cosas mientras caminas.
Mantenerse en contacto con familiares y amigos
Uno de los secretos de la resiliencia son las relaciones sólidas. Cuando sientes un mayor nivel de conexión y pertenencia, se liberan químicos en tu cerebro que te hacen sentir más feliz. ¿Cuántas veces te has sentido deprimido, has llamado a un amigo y has recuperado el optimismo? Mantente en contacto con tus amigos, prioriza las actividades con la familia y construye relaciones significativas. Habla con personas esperanzadas, busca aprender de quienes te rodean y ofrece apoyo al mismo tiempo que también buscas apoyo. Ayudar a otros, contribuir a tu comunidad y usar tus talentos de manera significativa tienen efectos positivos en tus propios sentimientos de esperanza y optimismo.
Y recuerda: ¡tienes la fuerza para hacer que las cosas funcionen, pase lo que pase!