Un matrimonio es uno de los ritos más importantes en la vida de las personas. Tradicionalmente marca el comienzo de la adultez. Es cierto que las cosas han cambiado a lo largo de los años y que tanto hombres como mujeres comenzaron a construir sus propias vidas de forma independiente, por lo que el matrimonio es más una elección que la necesidad de depender el uno del otro. Sin embargo, las bodas todavía tienen ese toque de alegría y magia que se extiende a lo largo de la vida, ese momento en el que todos tus seres queridos están a tu lado, compartiendo tu felicidad. También es el momento en que todos tus parientes recuerdan historias divertidas (es decir, embarazosas) de tu infancia, y las comparten con la familia y los amigos de tu cónyuge…

La familia, la comida, los amigos, el amor y la risa. Sí, esos son los ingredientes secretos de cualquier boda, pero estas son algunas “especias” que convierten una boda normal en una boda cubana.

Durante las recepciones de las bodas cubanas, los invitados participan en el tradicional baile del dinero, donde cada hombre que baila con la novia le prende en el vestido para ayudar con los gastos de la luna de miel.

El concurso de baile podría durar una semana porque todos bailan muy bien.

Alguien cuenta un chiste de Pepito que todo el mundo ya ha escuchado un millón de veces, pero todos se ríen.

La fiesta es tan ruidosa que incluso en la costa de los EE.UU. se puede escuchar.

Aparte del lanzamiento del ramo, se espera que las solteras de la fiesta lleven alfileres especiales al revés. Si se pierde el alfiler, esa mujer será la siguiente en fila para casarse.

Los recuerdos de la boda para los hombres son típicamente cigarros, y algunos otros recuerdos son galletas de boda, abanicos de mano españoles, o arte local como la cerámica.

La novia se llama María, su madre se llama María, y la dama de honor se llama María.