7 cosas que cambiaron después de dejar Cuba y mudarse al extranjero
Nuevos desafíos, nuevas personas, nuevas experiencias que nunca antes has vivido… Esto es lo que te espera cuando decides dejar Cuba e ir a vivir al extranjero. Es un camino lleno de esperanzas y sueños y, aunque a veces es difícil adaptarse, la mayoría de las veces vale la pena cada esfuerzo. Es porque estás construyendo un nuevo futuro, uno mejor. No solo para ti, sino para toda tu familia. Tu alma siempre estará unida a esa parte de la vida que pasaste en Cuba. Una parte de ti siempre estará conectada con la comida que extrañas, con las personas que te ayudaron a ser quien eres hoy, con los recuerdos que forjan las profundas raíces de tu vida actual. Sin embargo, hay un nuevo tú, esperando a ser descubierto y comenzar a crecer.
Entonces, ¿qué cambió?
- El “hogar” se hizo un lugar un poquito más difícil de identificar. Cuando piensas en “tu hogar”, piensas en Cuba, pero al final del día llegas a ese nuevo lugar por el que te esfuerzas tanto por hacer tan cómodo y acogedor como sea posible.
- Te volviste bilingüe. Cuando interactúas con un idioma extranjero todos los días, aprendes y desaprendes al mismo tiempo.
- Aprendiste a decir adiós. Cuando dejas Cuba, sientes que una parte de ti se rompe en mil pedacitos, pero con cada visita y con cada llamada, el decir adiós ya no es tan difícil. Vas aprendiendo a disfrutar más los momentos que pasas con tus seres queridos.
- Has descubierto partes de ti que ni sabías que existían, te sorprendes de ti mismo y del mundo, porque siempre aprendes cosas nuevas que amplían tus horizontes.
- Aprendiste a mantenerte ocupado… Vas a anhelar los días en que te quedabas en casa y preparabas algo para comer o pasabas tiempo con tu familia.
- Tu percepción de lo normal ha cambiado, porque lo que solía ser normal allá en Cuba está a cientos de kilómetros de lo normal de tu nuevo país.
- Y la forma en la que te contactas con tus seres queridos. ¡Los llamas y les escribes mucho más que antes! Pero eso es lo único que ha cambiado. Porque los lazos de la familia cubana permanecen fuertes, a pesar de la distancia
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