Un cubano que se mudó al exterior nunca olvidará la primera vez que entró en un supermercado y se topó con otro tipo de problema que no tenía: no saber qué elegir. ¿Recuerdas ese momento? Oh, bueno, eso todavía sucede… La comida es parte de nuestra herencia cultural, es más que solo comer, es un ritual familiar o social. Se trata de compartir historias sobre cómo fue el día, se trata de crear conexiones y antecedentes para toda nuestra existencia. Sí, hay mucha presión sobre la comida, ¿verdad?
Entonces, ¿cómo la nevera de un expatriado cubano combina la nostalgia por los gustos de la infancia con la variedad de productos que se acaban de descubrir? Abramos el refrigerador y veamos qué hay dentro.
Carne de res
Ropa vieja, picadillo de carne, muchos platos de la casa giran en torno a la carne de res, por lo que siempre será imprescindible en todos los hogares cubanos o semicubanos. Esto se lo enseñarás especialmente a tus hijos, incluso si no tienen ese mismo amor y orgullo profundamente arraigados por Cuba, que hace que su corazón se vuelva loco al pensar en ello.
Cerveza
Entonces tenemos carne de res y continuamos la lista con un complemento, algo que deleita nuestras papilas gustativas y nos hace más… habladores si las cantidades son lo suficientemente generosas. Perdónanos, ron cubano, pero la cerveza es una gran compañera al final del día y ofrece un lindo cierre a las dificultades que puedan haberse acumulado durante el día.
Queso, en muchas formas y variedades
Cuba tenía mucho que ver con la dicotomía de queso blanco y queso amarillo. Así que probar nuevos tipos de queso es ahora uno de los pequeños placeres de la vida. Con sus diferentes sabores, el queso se abrió camino en el desayuno, la cena, las reuniones con amigos e incluso en la pizza.
Comidas precocidas
Los platos caseros son comida reconfortante en su máxima expresión. Sin embargo, el día sigue contando 24 horas y, a veces, todavía no es suficiente para nuestros trabajos o diligencias diarias. Es por eso que debemos agradecer al inventor de las comidas precocidas que nos ayuda a salvar el día y alimentar a los pequeños (o no tan pequeños) humanos que nos rodean.
Frutas no tropicales
¿Conoces la historia de la piña que solía ser un símbolo de riqueza, Catalina la Grande y el rey Luis XV paseaban y mostraban sus preciosas piñas hasta que simplemente se podrían? Una sola piña solía costar hasta $ 8000. Ah, bueno, si para otros las frutas tropicales son para morirse, para los cubanos es al revés: las frutas no tropicales, como la manzana común, son muy apreciadas…
¿Puedes identificarte con esta historia?