3 lecciones de vida que los expatriados cubanos aprenden al vivir en el extranjero

Enfrentémoslo, al mudarse a otro país, ¡todo cambia! Los lugares, las personas, la comida, los hábitos, ¡todo! Aún así, el proceso de cambio no tiene que ser dramático: conoces personas nuevas, ves lugares nuevos y pruebas comidas nuevas. Además, nosotros sabemos que eres lo suficientemente inteligente como para tener cerca de tu corazón a las personas que dejaste en Cuba. Todas las recargas móviles o de Nauta que envías a Cuba y las llamadas internacionales frecuentes que haces hablan sobre la manera en la que pudiste integrar a las personas geniales de tu vida anterior en la nueva.
Pero, ¿cuáles son las lecciones más valiosas que aprendes cuando te conviertes en expatriado? Estas son las 3 mejores lecciones que los expatriados cubanos aprenden al vivir en el exterior:

Valoras las cosas de otra manera
La vida del expatriado puede hacer que cambies algunas de tus prioridades y valores las cosas de manera diferente. Cuantas más veces te mudes, más te das cuenta que no necesitas tener tantas “cosas”, y comienzas a valorar realmente las cosas más simples de la vida. Al mismo tiempo, si antes no significaba mucho ver a un amigo cercano o a un miembro de tu familia, el día que estés lejos de Cuba y una persona de tu anterior hogar te visite puede hacer que ese sea simplemente el mejor día de tu vida.

La importancia de mantener un balance
La vida tiene un balance, y enfocarse demasiado en una cosa puede hacerte tropezar fácilmente. Cuando hace poco que te mudaste, encontrar tu balance frecuentemente es más difícil de lo normal, y también más importante. Por ejemplo, los expatriados que se mudan por progresar en su carrera pueden darlo todo en su trabajo, ya que puede ser literalmente la oportunidad de sus vidas. Pero no puedes hacer un buen trabajo si eso es todo lo que haces. Es así que, ¡el balance siempre es la clave!

Comienzas a actuar como embajador de Cuba
Cuando solías vivir en Cuba, notaste muchas cosas que no estaban bien y que debían cambiar… y eso te provocó mucha frustración. Pero ahora que te fuiste, cada vez que alguien te habla sobre Cuba, sientes la necesidad de hablar sobre su genial historia, los fuertes valores que comparten sus personas, ¡y sobre lo increíble que es Cuba!